TU ACENTO, MARÍA CORINA, TU ACENTO
Tu voz resuena firme en la tormenta,
un grito audaz que rompe la cadena,
y aunque la sombra el paso te revienta,
tu andar se alza contra la condena.
Eres candil que alumbra el desamparo,
estrella altiva en noche adormecida,
y cada palabra, como un dardo claro,
hiere al tirano y enciende la vida.
Tu acento vibra, fiel y verdadero,
eco del pueblo que clama esperanza,
y es espada justa contra el usurero,
jurando que habrá luz tras la balanza.
El miedo nunca halló en ti cobardía,
ni el peso del poder dobló tu frente,
pues llevas en la piel la rebeldía
y en el pecho el coraje de tu gente.
Tu paso es llama que no se consume,
una antorcha alzada por la justicia,
y aunque el enemigo te acose y rezume,
su odio no podrá quebrar tu caricia.
Tu acento, María Corina, tu acento,
es patria viva, bandera y promesa,
que arde en el alma del que, en sufrimiento,
sueña contigo la paz que regresa.
Justo Aldú
Panameño
Derechos reservados ©diciembre 2024