Raul Gonzaga

La Nueva Jerusalén

Mundo de felicidad,
en plenitud de alegría,
con la real armonía
del Reino de la Verdad;

muy lejos de la crueldad,
muy cerca del Nuevo Día,
sonoridad, melodía,
sin absurda vanidad;

una segunda venida
del Hombre que más amó
verdadero Redentor;

una misión bendecida
por quien la vida nos dio
y nos creó por amor...