Iago A.

No esperes más

No esperes, por favor, que me estoy muriendo de amor,

y mi sangre se vuelve fría, y el calor entorpece y no llena a este corazón.

 

No esperes, por favor, te lo suplico, 

ya fue mucho por hoy;

tanto que no sé cuándo calmará, 

cuándo podrás escuchar mi perdón.

 

No esperes más, que hace frío en este interior, 

que las luces parecen no tener razón,

que las palabras ya no se oyen, oh, ya no.

 

No esperes más, que las grietas están

más allá de lo superficial y se pueden

arreglar con caricias y hablar, 

solamente volver a hablar.

 

No esperes, por favor, que las esferas del amor perfectas no son, 

que los gritos son de ayer y de ayer quedó, 

que los amantes sufren por amor.

 

No caigas más, 

que la eternidad no es larga y la soledad

se hacen cenizas notables de la inmensidad.

 

No esperes más, que hace frío en este interior, 

que las luces parecen no tener razón,

que las palabras ya no se oyen, oh, ya no.

 

No esperes más, que las grietas están

más allá de lo superficial y se pueden

arreglar con caricias y hablar, 

solamente volver a hablar.

 

No caigo más, 

que la eternidad no es larga y la soledad

se envuelve con los rincones de las paredes y el alba de ayer.