Me cruce con ella y no pude
decirla adiós, la dije hasta luego
porque dentro de mi estaba
el deseo de volverla a ver.
Volví otro día al mismo lugar
a la misma hora, pero ella
no apareció,
me di cuenta de que había perdido
el tren de mi vida,
y que este tren no volvería,
recordé que una mirada con sonrisa
es un mensaje que pide una respuesta,
pero la respuesta quedó silenciada,