Camino con la mirada fija
en un punto que se mueve
conmigo.
Voy dibujando tu rostro,
llevándolo delante de mi
como se lleva un rÍn de bicicleta.
Nada me detiene,
voy en tu búsqueda
mientras el punto avanza.
Sigo absorto,
imaginando tu nariz, tus labios,
con labial rojo intenso.
El punto se mueve, me arrastra,
llevo mi pensamiento
inundado de esperanza.
¿Dónde termina el punto?
No lo sé, pero es seguro
que avanza hasta encontrarte.