Entre brazos que te aprisionan
y palabras que te hieren,
Hay un alma que clama libertad,
Y un corazón que late con dolor.
Tu sonrisa se apaga poco a poco,
como una llama que se extingue
y en tus ojos una tristeza
que no podés disfrazar.
La familia te necesita
y tu futuro te llama,
pero te retienen con cadenas
para un amor, que no es amor,
y cada día, más difícil será dejar.
Es hora de romper ataduras,
de dejar ir el veneno.
De que reencuentres tu fuerza,
y por dentro un nuevo amanecer.
Vos sabés que sos valiosa,
y tu vida es un tesoro.
Que mereces amor sin dolor
y un corazón sin heridas.
Levántate, se que tenés la fuerza,
dejá atrás lo que debe ser pasado
para que pronto sonrías
y con alegría vuelvas a brillar.
No te culpes, ni te rindas,
que siempre hay luz en la oscuridad,
porque sos nuestra esperanza,
vos sos tu libertad.