Eres el agua que alivia mi sed,
La luz que ilumina mi ser,
Eres el alimento de mi amor,
Sin ti, no podría latir mi corazón.
Eres el sol de mis alboradas,
Por ti, no temo a la soledad de la madrugada,
Eres la calma en mis suspiros,
Sin ti, se convertirían en gritos de un mar bravío,
Pues es tu presencia lo que me libra del hastío.
Eres mi tormento,
Cuando no estás, no tengo sustento,
Pues me invado la incertidumbre
Que castiga fuerte y lento.
Me encanta el atardecer,
Me recuerda tu mirada al parecer
Definitivamente eres lo mejor que me ha pasado
Aun disfruto la dicha de haberte encontrado.
Te tengo presente en cada momento
Incluso llegas a mi mente cuando duermo,
Soñando que, al despertar, de tu corazón
Sea yo su dueño