Allá en su lejanía,
tres luceros en su brillo explendor,
extrañando su paso
en la perla, en la juana de oro,
en los 4 mundos,
y en la playita, su rincón del alma.
Pero los muertos no tienen voz
de deseos,
aunque su anhelo siga latente,
y él siempre extrañará a sus
tres Marías.
Dvflor