Carlos Eduardo

SE SIENTE

Advierte, Sancho -respondió don Quijote-, que hay dos maneras de hermosura: una del alma y otra del cuerpo; la del alma campea y se muestra en el entendimiento, en la honestidad, en el buen proceder, en la liberalidad y en la buena crianza, y todas estas partes caben y pueden estar en un hombre feo; y cuando se pone la mira en esta hermosura, y no en la del cuerpo, suele nacer el amor con ímpetu y con ventajas. Yo, Sancho, bien veo que no soy hermoso; pero también conozco que no soy disforme; y bástale a un hombre de bien no ser monstruo para ser bien querido, como tengas los dotes del alma que te he dicho.

 

Sé, estamos danzando,

vibrando, existiendo,...

de pronto, 

la alegre liberalidad

del provecto,

millares de cristales rotos,

huye el alma, el ser, el entendimiento;

luego,

los despojos y la nada.