La tarde el silencio
las cosas que me rodean
la música melodía melancólica
la naturaleza divina
ingresando por mis oídos
como trino de un ave.
El universo tan grande tan distante
nada mio,
mi cuerpo tan mío
como el destino quiera
tan libre como la voluntad quiera
me hizo y me hará sentir
lo bueno lo malo lo distante
lo que no es mío.
Prisionero del universo
del destino de ésta carne
que pocas satisfacciones
me ha traído.
Amo la creación lo divino
la suave brisa que alivia
mis sentidos
prisionero me siento
de la imperfección en que
he nacido.
©Marcelino Víctor 12/2024