¿Si hablo de mí a quién le digo?
Si no hay semejante da igual
Que las ondas vengan con el aire.
Si digo, Luna, ya se piensa en la noche;
Sin embargo, el mar también preña
Cuando menos oculta su canto
La cigarra.
Esa es la letra de mi semántica,
Porque sobre todas las cosas,
La semejanza de que alguien,
Pudiera ser, hiciera un pacto con el soplo.
Si digo: - la montaña es fiel ciega del mar
Pero llora-. Eso podría parecer un imposible,
Pero la poesía, en ojos de la semejanza
Hace posible, piedra a piedra, que deslice;
Entonces hablo de mí y la montaña
Transforma su llanto.
¿Expresar puede habitar soledad?
Eso sería amortajar... - estaba pensando
En plural -, lo cambiaré porque hablo de mí
Y sigo diciendo que la Z es la última
Muerte.
La dicha sería que ante la pregunta
No fuera afirmación esta y expresar
Fuera mandamiento que no ofreciera
Duda para que el aire sepa y haga destino.
Luna, noche, montaña, mar... que
Alguien
Lo
Recoja
Y salve
A la vida
De la muerte.