gaspar jover polo

AGUA INFINITA

AGUA INFINITA

 

 

                         “el agua infinita”, Pablo Neruda

 

Aquel día en el que, por la tarde noche,

la lluvia caía con vehemencia

y repiqueteaba con rotundidad

sobre el capó de los automóviles,

durante un episodio climatológico

que parecía primaveral, aunque el tiempo

cronológico no perteneciera a la estación primavera

sino al mismo centro del invierno,

la lluvia golpeaba implacable,

duradera y hermosa, encorajinada como si se desplomase

cargada de razones, mientras que los patios

se cubrían con rapidez

con aquella agua muy fría que se precipitaba a raudales

y que colmaba todos los huecos y llenaba los intersticios.

Y aquella lluvia que parecía todopoderosa

empezaba a suministrar esperanza

a los seres vivos, a las plantas, a los animales domésticos,

a los que sometía con su imparable empuje,

incluidos también aquellos ciudadanos

que se encontraban dentro de sus casas

protegidos bajo la cubierta de hormigón de sus hogares.

 

Gaspar Jover Polo