Ramas y mimbres mi venganza no se extingue , cuando estuve en el infierno mi ira renació, recordando cómo me disteis de comer al Wendigo que esa noche apareció.
Volaré sobre los lagos, intoxicaré todos los ríos,
pasando como una sombra desapercibido estaré esperando tu suicidio,
como niño de Texas sin cabeza aún perdido.
Lanzando hechizos con el señor de los caídos,
pasamos noches por los pasadizos
oliendo más de cerca tus gritos,
su perjurio no lo ves el diablo no os va a reconocer, llenas de lujuria y melancolía romperéis la verdadera sinfonía.
Como perros vendréis esperando algo de comer, el fuego se extingue tu futuro se rige , no tenéis perdón ni uso de razón,
como dijo Baba Yaga otro óbito más otro agujero que cavar.
Rompiendo promesas estaréis en el hoyo donde nadie os podrá ver,
Belcebú otórgame la luz dándoles a estas brujas un último grito de desesperación,
de sufrimiento, de arrepentimiento,
podréis gritar ni un murciélago os escuchará,
los hombres lobo no vendrán y Drácula os humillará.
En este fuego eterno os desintegraré no hará falta sacar mis espadas , vuestras cenizas las dejaré en la cornisa donde prometisteis la fe con vuestros ojos corrompidos llenos de sangre y vicios, ni en el infierno tendréis partida nunca encontraréis una salida sois otras almas perdidas.