COMO LOCOS SUICIDAS
Encontré una caja de cartón grande en el contenedor de basura destinado a lo orgánico, y también algunas latas, de cerveza principalmente, y aquello me hizo reflexionar, y, a partir de aquel momento, me sentí extrañamente inclinado a tomar nota, solamente mental, de lo que mis vecinos y gente de los alrededores arrojaban al cubo de la materia orgánica, en clara rebeldía, al parecer, contra lo que las autoridades estipulan en materia de residuos sólidos. De tal forma que algunos no respetaban la norma a conciencia. Parecía evidente que se trataba de un atentado pleno y completamente anónimo contra la autoridad. Un gesto indócil que sí tenía consecuencias prácticas y cuyos artífices nunca serían descubiertos, un reflejo material, concreto de la degeneración ciudadana desmelenada. Me pareció evidente que todo aquello suponía un gesto de rebeldía, más incluso que de dejadez o de falta de interés por el medio ambiente común. Y también un poderoso canto a la ausencia de fraternidad de modo obsceno y como si se tratase de locos suicidas. Una cura improvisada de irresponsabilidad, algo así como un significativo paréntesis en el cumplimiento de nuestras obligaciones.
Gaspar Jover Polo