Pienso en ti, en esa noche que te arropa, en esa calle por la que transitas al trabajo, en las miradas sobre tu cuerpo, en ese reloj de pared que te indulta unos minutos, en el café que tomas escuchando una canción de fondo. Pienso en ti cuando el agua de la ducha recorre cada parte de tu piel, cuando te miras al espejo y sueltas un suspiro que podría partir la superficie de la luna. Pienso en ti cuando te sujetas el cabello, cuando vas por el mercado escogiendo las frutas, en esa hora en que el mundo se te viene encima, cuando silbas por la casa y de pronto te tiras al sofá y me invocas. Pienso en ti; vas y vienes por mi mente, como si el mundo y mi tierra fueran solo tú, como si cada parte de mi ser fueras tú. Pienso en ti y te reclama mi alma.