Surgió una luz en medio de la oscuridad,
llegó con un susurro que inundaba el alma.
Repetía su nombre serena y lo sentía vibrar,
reposaba enterrada entre cristales translúcidos que no dañaban.
Sumergida entre esperanzas que parecían esfumarse,
llevaba una pequeña sonrisa ligera que aparentaba bienestar.
Bajo sus pies un terreno que parecía firme pero no era estable,
resbalaba entre dudas y recuerdos que no eran más que el pasado.
Atrapada en su mundo del que apenas podía respirar,
con un poco de movimiento para no tambalear.
Dentro de su ser habitaban mil sentimientos,
que aunque no se vieran eran inmensos.
Repletos, internos, que atrapados vivían sin poder escapar,
abatido entre la luz y la libertad que aún esperaba.