Me queda por terminar una sonrisa
que no vuele lejos si no la pienso.
Un horizonte que vaya más allá del mar.
Me queda por terminar una tarde que no me proponga noches blancas,
ni el grave silencio de las violetas negras al despertar.
Me queda por terminar un viaje sin movimientos,
sin destino y sin emociones, algo como un blanco quejido.
.
Me queda por terminar el inventario de todas las flores.
Inventarme un mundo con razones.
Frenar este terrible calabozo de ilusiones.
Volar en un cielo rojo que no me invente latidos,
que no engañe los sentidos y no haga de la luz una lágrima.
Me queda por pintar estrellas en mi pensamiento.
Me queda por terminar aquella pintura del pescador de agua en alta mar.
Un verso azulado que no te he podido entregar.
Me queda por esbozar las emociones del musgo verde.
Deshojar los calendarios, comerme los meses sin sol.
Pasar entre las hojas tupidas del día y que me hagas suspirar.
En realidad…
Contarte mi vida desde tu ausencia.
contarte que tuve frío de tu frío…
Contarte la historia de aquel poema secreto que murió por falta de estrépito.
Decirte que mis besos se herrumbraron por no besar .
Que aquel viejo muro lleno de jazmines tiembla y muere de soledad.
Me queda por contarte... ¡ ah ! se me olvida,
que en mi zoológico he abierto la jaula al corazón.
Que mi habitación se ha poblado de incendios fríos,
y escribirte todo lo que invento para olvidar.
P Sabag, palabras escapándose