Quédate, quédate en mis frescas memorias,
en las noches que me atormentan lentamente
en mis lagrimas derramadas y en las que vendrán
quédate en los recuerdos efímeros, en las sonrisas borrosas,
en mis letras sin sentido
quédate en la locura y la sobriedad
aunque confieso que para mi ya son lo mismo
quédate donde puedas verme sin yo darme cuenta
quédate en la soledad y la tristeza que nos cubren como sombras
quédate en la oscuridad de la existencia
en la bondad de las vivencias
quédate aunque duela el egoísmo de esta absurda realidad
quédate...