LERKEV

NOCHE DE LLUVIA

Hoy, cuando la noche entona serenatas

a los hombres de poca fe,

sin deseos de abrazar el amanecer,

soportan las efímeras luces de los postes,

que cantan a su solitaria quietud.

 

Hoy, cuando la lluvia inmensa, fiel y eterna,

limpia las lágrimas de los desahuciados,

vacíos, llenos de rencores,

acariciando con su manto los rostros muertos,

que el tiempo ya olvidó.

 

Eterna noche, cuando el sol se oculta sin dejar huellas,

nace la Luna, guardiana de secretos olvidados,

testigo de las agonías calladas,

de aquellos que nunca hallaron la luz.

 

Cae la última gota,

la esperanza tardía llega a la escena,

en un desierto sin salida,

donde la arena todo lo consume,

y la paz se desvanece,

como un sueño que nunca fue real.