Autodecepción
PRIMERA PARTE
Soy un carnero yendo al matadero en un callejón donde no se ve luz alguna. Tal vez hay que avanzar hasta el final y tal vez aparezca una puerta interdimensional, que aunque sea lo que tanto esperaba igual siento miedo a un tremendo cambio e incertidumbre.
Puede ser también que esas puertas me lleven a abismos, es entonces cuando aparecen personas conocidas intentando sacarme de esta encrucijada. No sé si seguirá apareciendo ese callejón cerrado, solo sé que necesito pedir ayuda profesional con mis fantasmas mentales, tal vez mi último intento, haciendo lo posible por mantenerme con vida y con cierta cordura, hasta que los salvadores se den por vencidos.
Veo finalmente un oasis, el camino se hace largo, no sé si solo será un espejismo y terminaré padeciendo en medio del desierto o habrá una civilización donde prosperar al fin.
SEGUNDA PARTE
Si primigeniamente aprendemos por imitación, ¿No sería inevitable que nos comparemos con otros? Creo que por ahí puede nacer la autodecepción, hay aspectos importantes para uno en los que se siente que uno es muy mediocre y que parece imposible mejorar en ello.
Todos tus sueños locos, esta ciudad se los tragó.
Cuando uno está así cuesta encontrarle sentido a la vida, quiere ver el mundo arder y quiere encontrar el fin del juego de su vida.
Si le escuchara eso a alguien, yo no le podría exigir nada, pensaría en “vive y deja morir”, pero si sería alguien cercano y podría pedirle algo, sería que actúe con virtud. La intención es lo que cuenta, a estas alturas es muy probable que la ejecución falle o los factores que nos afectan no cumplan con nuestras expectativas. Lo que podemos controlar y depende de nosotros es la intención o actuar con virtud, entonces siempre habrá la oportunidad de ir para adelante y pensar en el acto virtuoso, en vez de pensar en lo negativo que puede pasar.
Probablemente uno no se libre del dolor ni del sufrimiento pero al menos se atenúa, porque es un ciclo en el que uno se auto decepciona y se perdona, para luego buscar nuevos objetivos y en algún momento auto decepcionarse otra vez.