Lleno de desafíos y tropiezos…
oportunidades y desquicios…
A veces gané, a veces perdí…
Mucho reír, para llorar tan pronto…
Pero… ¡qué año!
Retrocedí, pero nunca me rendí…
Morí en su momento, pero de mis cenizas, resurgí…
Decidido a continuar y crear mi propio destino…
No importa cuántas veces caiga… debo levantarme, que la vida continúa…
Pero… ¡qué año!
Una esperanza intacta por un mañana mejor…
Por estrellas que brillarán sin cesar…
Por jilgueros que cantarán una vez más por amor…
Y por un año mejor… sin llanto ni dolor…
Pero… ¡qué año!
Este fue el año más especial…
Por creer, caer y reflexionar…
Pero ahora debo volver…
Con más fuerza intensa y una voluntad inquebrantable…
Por esos sueños y metas por hallar…
“Nunca, pero nunca… ¡dejes de soñar!… Que lo más bello… es confiar firmemente en que se harán realidad…”
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