La infidelidad habita
dentro de cada persona,
cuando a veces se perdona
la duda, siempre suscita.
No acabas de perdonar
nunca jamás en la vida,
pues esa afrenta sufrida
es difícil de olvidar.
Vulnera la confianza
de pactos y compromisos,
se vuelven casi enfermizos
los celos y la venganza.
Es un drama personal
que se nos va de las manos,
transforma todo en un caos
por ese instinto animal.
Es un grito desgarrado
de una relación perdida
por culpa de una osadía
que en traición ha terminado.
Classman