Me pregunto si hay un lugar,
un sitio así para mí,
donde las nubes me guarden,
con paz y calma…
Con su beso frío de montaña,
que en sus laderas los ríos canten,
una tonada que me recuerde a ti,
y así volver a soñar.
Que me regresen los colores,
la mañana, la noche; silente alivio…
pasado el tiempo con sus estertores,
un lugar para magnificar mi delirio.