En estos momentos que vivimos, todo parece que sigue igual:
los refugiados palestinos, sirios, ucranianos, afganos, sudaneses
y otros países en guerra; siguen siendo engañados por las mafias y muriendo en su afán de escapar de la muerte.
Las guerras nunca terminan, nunca descansan en su codicia,
todas nacen de los intereses de los más poderosos, es el principio de todo este mal interminable. He aquí a los hombres
no han aprendido a quererse.
Camino bajo un sol inusual, en un cielo despejado de nubes
con temperaturas demasiado cálidas. Algo no funciona en este invierno caliente…, parece que reconocemos ahora un cambio en el clima, tan profetizado, otra vez la mano del hombre que no sabe cómo cuidar su casa.