\"Mientras lo armo y lo adorno...
y le digo lo mucho que lo extrañé...
se pone a meditar...
de las tantas cosas que pasaron,
de los que se fueron, y de los que vendrán...
Sus lucesitas parpadean en titilo de añoro...
y me pregunta por qué toda la familia no está reunida...
No sé qué responderle... mas lo miro y lo abrigo con guirnaldas de nieve fugaz...
Una taza de chocolate y unas galletas de jengibre
me agarran desprevenido y me vuelve a cuestionar...
—¿Por qué ya no se escuchan esas risas de inocencia?
—Ya crecieron... le contesto...
—¿Dónde quedaron las cenas en familia?
—En un baúl de recuerdos... le contesto...
Se calla y se emociona intrepidamente,
me ruega que arme el nacimiento que alguna vez mi infancia cautivó...
Lo hago y se pone a llorar... de felicidad...
porque bien sabe... que el mortal redentor está cerca... muy cerca...
de nacer una vez más en el corazón de todos...\"
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