De los Ángeles Paz

A blanco y negro

En el lienzo en blanco y negro se

 

entrelazan las sombras, como danza sin fin de figuras que a veces

 

se borran.

 

Las líneas en blanco trazan la pureza de

 

lo etéreo,

 

mientras que el negro dibuja la

 

profundidad de lo serio.

 

En blanco se encuentran los sueños que

 

aún no se han tejido,

 

esperanzas que flotan en el aire como

 

mariposas al viento.

 

Un lienzo sin prejuicios, donde todo es

 

posible imaginar,

 

donde se gestan los anhelos que al mundo

 

desean mostrar.

 

Pero en el negro, se esconden los secretos

 

más profundos,

 

las sombras que se esconden en el rincón

 

de nuestra mente.

 

El dolor, la tristeza, el miedo, todo se

 

vuelve infinito,

 

y que en la oscuridad buscamos encontrar

 

nuestro camino perdido.

 

El blanco y negro son complementos que

 

se necesitan,

 

dos lados de una misma moneda que la

 

vida nos convida.

 

La claridad llena los días de alegría y

 

esperanza,

 

mientras que la oscuridad nos invita a

 

buscar la bonanza.

 

En un mundo gris donde el blanco y el

 

negro se mezclan,

 

donde la vida se equilibra entre luces y

 

sombras eternas.

 

Y en esa dualidad, nuestras almas

 

encuentran su danza,

 

bailando en el lienzo, el ballet de la vida

 

sin añoranza.

 

Así como el blanco y negro se funden en

 

una sinfonía,

 

Se encuentra la belleza en la dualidad de

 

la vida día a día.

 

Pues sin la oscuridad, no podríamos

 

valorar la luz,

 

Que quita nuestras cargas como pesor de

 

una cruz.

 

Así que, en blanco y negro, la vida nos

 

invita a contemplar,

 

la belleza de cada matiz, la profundidad

 

de cada mirar.

 

Y en ese lienzo infinito, podemos ser

 

libres de volar,

 

Que en la dualidad de colores es como reír

 

y llorar.