¿No declara Sartre, en efecto, que el hombre es ‘\'una pasión inútil”, que procura en vano efectuar la síntesis del para-sí y del en-sí, con el objeto de hacerse Dios?
Para los militares, políticos, diplomáticos,
terroristas, guerrilleros, narcos,
la guerra es permanente,
para los demás es el conflicto.
En el caso de los religiosos
lo es el cinismo, el aprovechamiento,
una suerte de estupidez.
En los literatos, la inutilidad.
Los acumaladores de riquezas
la estrechez de entendimiento,
el miedo.
Los filósofos, teólogos,
mentirse a sí mismo.
Los delincuentes sobran.
Gran parte del resto, miseria.