JAGC

CUANDO AL OCASO DE UNA TARDE

Cuando al ocaso de una tarde aciaga

el trance misterioso del destino

impuso su poder más sibilino

rasgándome la piel como una daga,

en otrora mi complaciente espejo

reflectó en su cristal ajado y viejo

mis manos, mi cara y mi desgracia

de arlequín trabado en la nostalgia.

 

JOSE ANTONIO GARCIA CALVO