Tan blanca, como la primera nevada de invierno
Es tu alma, igual que rosa alba en primavera
Inocencia embriagadora, de mate con anis
Limpio y tibio, es el placer de besar tus labios
Labios tiernos, palpitantes de ansiada espera
De la ardiente y apasionada entrega de dos almas
Que se funden, en momentáneo placer infinito
Mágico momento, que en delicados suspiros
se engendra sutilmente, el destello de nueva vida.
Acto de amor espíritual, unión de dos, transformados en tres
Gracias inefable mujer, por amor logramos trascender
Un nuevo ser, portador de la mágia, de un amor puro
Bendita seas mágica mujer
éramos dos, ahora seremos tres.
Dr. Salvador Santoyo Sánchez
17/12/2024