El desespero se asomó dentro de mi alma, se adueñó de mis latidos, y mi respiración acelerada, transformando ese dolor en un nudo, que solo cierra mi garganta.
La incertidumbre me atormenta tirándome al piso en una esquina acurrucada , ahogandome poco a poco en incontrolables lágrimas desilusionada.
Quiero quedarme inmóvil y no sentir más nunca nada, quiero volar hasta su almohada, poder contemplarla, abrazar su alma y pedirle que nunca se vaya.
Incertidumbre y desespero, estas palabras retumban fuerte , perdiendo toda mi calma.
Quisiera despertar y tener claro que debería hacer , pero el desespero se asoma nuevamente y no me deja al anochecer.