Se marcha el año, tu presencia con el
no habrá más citas, tertulias en la tarde
la taza de café duerme vacía, en un bostezo eterno
cansada va la vida, a donde irá después.
Se marcha este año, la ultima estadía,
se agolpan los recuerdos, que aun en la mente habitan
Y el corazón se niega a aceptar la partida
luchando a fuego y sangre en el pecho que anima.
No se parece a ella, es pálida sombría
ella que en otros tiempos fue toda algarabía
el centro de la fiesta, la sonrisa extendida
abrazo protector, energía que anima.
Se marcha el año, abriendo las heridas
caudales de los ríos que inundaran los días
se avecina la noche inexorable, fría,
la oscuridad absoluta, mirada que se esquiva.
En su cuarto perfuman las violetas, aun vivas
y los rayos del sol pasan por las rendijas
de la ventana aquella por donde sonreía
Y le leía poemas a su público fiel, rosas y margaritas,
el jazmín, el clavel.
Oh amiga de mi alma, compañera querida
hermana en la nostalgia, bálsamo en las heridas,
como reacomodar mi existencia de prisa
para no colapsar en la hora precisa.
El tiempo es el que es, esa rueda infinita
espiral donde viaja, la verdad, la mentira
fantasía que alimenta el alma y que llamamos vida
tras las puertas del tiempo nos espera la dicha.