En el tejido de palabras que es Proverbios, se halla la sabiduría,
como hilo dorado que entreteje la protección y la verdad.
\"La sabiduría es una protección\", así lo dice el Eclesiastés,
un escudo más fuerte que el acero, más valioso que el oro o el interés.
Nos aconseja ser contentos, no anhelar riquezas sin cesar,
pues como águilas en vuelo, pueden fácilmente escapar.
La avaricia ciega al hombre, lo lleva a perder lo más vital:
su honor, su paz, su salud, en un mar tempestuoso y fatal.
Pero hay más en estos versos, un llamado a la reflexión,
a pensar antes de hablar, evitar la cruel decepción.
Las palabras pueden ser espadas, o pueden ser el bálsamo que sana,
depende del corazón y la mente, de la intención que las emana.
No chismorrear, no herir, mantener la paz y el amor,
es lo que Proverbios enseña, con cada letra y cada color.
Es un libro de vida, un manual de eterna juventud,
que nos guía por senderos de justicia, bondad y virtud.
Así que tomemos estos consejos, como llaves de un reino mayor,
donde la sabiduría es reina, y el amor el más noble señor.
Vivamos con estas palabras, como faros en la oscura noche,
y encontraremos en ellas, un camino claro y sin reproche.