Estanislao Jano

Amada Olivia (fragmento)

 

XI

Habéis visto al ebanista

labrar espigas y dados,

tubillones como acacias

las ramas de un mismo prado.

Cincel en el yerto cedro

de Loreto los Joseados

y de María la Virgen

la capilla y el estrado.

¿Habéis visto al ebanista

labrar con sus propias manos?

 

XII

Yacen las gubias del cauce

manando de los riachos

por alma arrastra un invierno,

por cuerpo el lastre del vado

¡Habéis visto al ebanista!

agua y Río Colorado.

¡Si vieras aún su rostro

de abetos iluminado!

sin fusil y sin la guerra

las manos del artesano.

 

XV

Más de Miguelo, el herrero

palabra alguna a emanado.

Su boca yace desnuda

como silente emisario

¡Ay! ¡Cómo duele la noche

en la forja del soldado!

llevase el fuelle su aliento

el alma lo ha abandonado,

cenizas obró en yunque

del Hades el condenado.

 

XVI

Prímula con los naranjos

cubriole níveos al prado.

Por mantilla de la novia

azahares de amor velados.

Tizne por rostro del novio,

festejos ha en su pasado

al sollozar el latido

lívido fusil en mano.

Ruin desvelo de la noche

de nieve abrigase el campo.

 

XVII

¡Ay cómo duele la noche!

¿Acaso el mazo del diablo

tiñó su tinta en su sangre,

tañose en los campanarios?

Si pudieras ver su rostro…

¡Cuajando un cuero de osario!

su cano luto se mece

como el desdeñado lábaro

Hede a fango y premura

el arcén del solitario