El ser extraño me ve
como un ente más peculiar aún,
el oso nevado jamás se derrite,
pese a llevar al mar
en los ojos incrustado.
No come carne,
ni siquiera atún,
bebe fuego con deleite,
me tiene un poco asustado.
Piensa que soy otro tipo de igual,
mas me digo que soy normal,
yo me bebo al viento,
en especial de noche,
que es cuando lo comparto con el tiempo…