La Dama del Vestido
Camina entre sombras, envuelta en misterio,
su vestido ondea como un río etéreo.
Es una danza de fuego y de viento,
una historia que escribe el tiempo en silencio.
El vestido, un velo que guarda su esencia,
esconde secretos, promete presencia.
De encajes de sueños e hilos de luna,
teje un relato que nunca se esfuma.
Sus pasos resuenan como un suave latido,
el mundo se calla, el aire detenido.
La dama avanza con gracia infinita,
y todo a su paso palpita a la vida.
El color de su prenda es un susurro callado,
a veces es cielo, a veces pecado.
Un lienzo cambiante, un enigma sagrado,
el reflejo de mundos que nunca han hablado.
¿Quién es la dama que cruza la noche?
¿Una musa perdida? ¿Un sueño sin norte?
Quizás es un alma que busca destino,
o tal vez el eco de un amor divino.
Pero no preguntes, no intentes saber,
la dama del vestido no quiere responder.
Es un poema que vive en movimiento,
belleza fugaz, eterna en el viento.