Tengo algo que callar,
Tengo mucho por decir;
y entre el callar y el decir
también parte que olvidar.
Desde nuestra sinrazón,
por mucho que digamos
si decimos que pensamos;
no lo dicta el corazón
A quienes son cortos de miras,
no hay que hablarles necedades,
que es mejor decir verdades
y callar burdas mentiras.
Ciertas cosas de la vida,
después de mucho pensarlas,
quizá es mejor olvidarlas
y seguir con la partida.
Escribir sin decir nada
parecerá una estupidez;
ante juegos de palabras,
el tener las cosas claras
y demostrando lucidez,
es de persona letrada.