Corre, como quien huye del demonio.
Busca por los confines del paraíso
la frase que te haga recordar
aventuras vividas en los libros.
Explora con voz triunfante
la realidad de las ilusiones,
abre los ojos, sin miedo,
al mundo surrealista que te rodea.
Búsqueda desesperada
a unas hijas perdidas
en el silencio de un poema
que se desgrana en cada atardecer.
Rompe todas las cadenas
que te atan a la dura realidad
para sentir el valor de la libertad.
Deja volar las ideas y recoge
los frutos cuando la cosecha
haya recuperado su valor real
en el mercado sentimental.