Ivette Urroz

Desde el Periscopio del Lazarillo: Visiones y Batallas

Chimango. Los halcones del Lepanto

ondulan sus banderines. Surge una llamarada

de cómica pretensión entre las alas hegelianas

y los hierros nivelados del laúd americano.

La mar latifundista en furia reclama,

devora un espesamiento casual.

Se levantan los soles salmistas, emboquillados,

y las cruces, intransigentemente fanatizadas, desconfían.

El viento dicotómico se ensordece con maldiciones

ante el trueno malsín rojo de las carabinas resignadas.

El Lazarillo de Tormes sostiene el periscopio en sus manos

y, con la resonancia clara de campanas antiguas, va guiando

su manto visionario como si fuera su tercer ojo;

aún de pie, guía el universo pegajoso del amor,

esparciendo su fiero corazón de oro profético.

Serenísimo, contempla las malvas purificadoras.

El carromato falcónido, su actual refugio,

clava con su pico vengador el alma,

atraviesa todo hasta el rauco deber—

la cabeza feroz de ruborosa valentía.

Al frente, en el firmamento, el halcón americano,

con alas gangosas embrolladas en un impulso escueto,

alienta a los cíclopes con ojos níveos de la mañana reciclada

de navíos torpedistas, y advierte continuar en una batalla astrolábica

contra un vacío rebotado en manchas lúgubres.

\"As the storm\'s roar fades, does the cry of the falcon

still resonate with you?\"

Ivette Mendoza Fajardo