La voz de mi mente me hace hacer vetas en mi velador. Me cierro dentro del inconsciente cuando en las noches huelo a tierra mojada; le llaman petricor.
Estoy al máximo nivel con mis 5 sentidos. Me siento extraño; cuando establezco un diálogo, siento que disparo algo, algo como un acto de cortejo. Ahora mi libertad tiene un sabor amargo.
Al parecer, mi mente está en un computador; solo soy un recuerdo en que trato de disimular que tengo más de 100 años conversando con mi doble cuántico.