Para no ser presos de una vida ajena me voy pero dejo algo en ti
Como la hoja que cae en el otoño no cae en vano solo ya no puedo quedarme unido a ti.
Al caer al suelo desapareceré y dejaré algo de mi en tus raíces.
Que algo de mi calidez te defienda del frío invierno.
Que nuestro amor sea motivo de flores, que el sol y la luna las confundan con sus estrellas y la tierra con sus más preciadas joyas.
Y yo te sentiré en la suave brisa que me levante y en el perfume de la tierra después de la tormenta.
Te besaré con el rocío que te acaricia cada mañana así hasta que la sombra del fin me abrace y regrese al lugar de dónde todo viene.