El suelo se ha movido, se ha creado una grieta y en mi corazón el dolor aprieta.
Sin aliento y sin consuelo, voy navegando en este absurdo y oscuro desierto.
No lo entiendo, cómo podría haber sido si todo fuese de otra manera.
No encuentro la respuesta a esta pregunta que me invade, que me frustra.
El ciclo se cierra, pero las heridas siguen abiertas; me incomoda, me inquieta.
Recuerdo que decía que por fin encontré el camino hacia una vida llena, plena.
El paso que di no fue sobre tierra firme; caí en una especie de isla fría y desierta.
La vuelta que dio mi vida, el giro de la trama, de algún modo me desconcierta.
La verdad estuvo allí frente a mis narices y no lo vi, las señales no las entendí.
De alguna u otra manera el sufrimiento la tuve que asumir; tarde todo lo descubrí.
Volé tan alto que del suelo me olvidé y cuando quise remediarlo, duramente aterricé.