_Lechón Asado Dominicano_
No hay Navidad Dominicana,
sin un buen lechón asado,
con su piel bien doradita,
y su aroma conquistado.
El carbón canta en su lecho,
con el fuego acompasado,
y el sazón de ajo y hierbas
se convierte en el legado.
La familia ya se junta,
todo el barrio está invitado,
pues la mesa es la promesa
de un banquete consagrado.
Entre risas y merengues,
bailes, brindis, y alboroto,
el lechón nos da su gloria,
y el amor llena el recodo.
No hay Navidad sin el fuego
de este rito tan sagrado,
que el lechón siempre nos trae
un sabor inolvidado.
En las cenas familiares, el lechón ocupa el centro de la mesa, rodeado de clásicos como moro de gandules, ensalada rusa y pasteles en hoja, mientras las risas, los merengues y los abrazos llenan el ambiente.
Este ritual culinario no solo honra las raíces, sino que también fortalece los lazos familiares y comunitarios, recordando que en cada bocado hay amor, historia y gratitud.
En mi familia serviremos el pernil asado, como algunos no comen carne de cerdo, tendremos pollos al ajo rostizados y pasteles en hojas rellenos de carne molida de res.
Feliz Nochebuena Poetas amigos y espero disfruten con sus familiares.