A LA MEDIANOCHE.
En esta Navidad, quiero que me escribas un poema inefable; y con la complicidad de tu bolígrafo, descifres, ¿por qué sonrío al saber de ti?
Eres cómplice de mis poemas simples; más tus poemas son: Luna a medianoche, fogata en un crudo invierno; víspera de Navidad.
A la media noche me cantas.
Aventurado aquel, qué desde tus labios le dices todo y determinas sus delirios.
Escríbeme un poema, donde tus letras desnuden el alma que principia mi sonrisa, y harás en mí el lector de tus días arreboles.
Entre tus poemas y mis poemas se esconde una navidad que nos reclama; desde una óptica iridiscencia y alabastro.