Sangra mi alma en esta noche buena, caen lagrimas desoladas que por dentro queman.
Ya no queda tiempo para deseos , más que el duro remordimiento de saber que fui unos dias de juego.
Otro año se asoma y espero que el tiempo sea fugaz, como el amor que ella sintió en el pecho, tan fuerte como olas del mar y tan pequeño que despertó un día y solo dijo. YA NO ES IGUAL.