Lo que soy
No mires mi rostro, ni busques misterio,
soy lo que ves y lo que digo, entero.
Mis manos llevan las marcas del camino,
y mi mirada persigue siempre un destino.
Camino sin prisa, pero con firmeza,
cada paso tiene su razón y certeza.
No me detengo a llorar lo perdido,
prefiero avanzar con lo que he aprendido.
Mis palabras no son adornos ni disfraces,
son cimientos que sostienen mis enlaces.
Hablo con quien escucha, sin atajos,
sin promesas huecas ni engaños bajos.
Si tropiezo, lo admito, no lo niego,
del suelo aprendo y con fuerza me entrego.
No soy perfecto, pero soy sincero,
y eso es lo que me hace sentir entero.
No busques en mí verdades absolutas,
soy tan humano como quien me escucha.
Tengo miedos, dudas y aspiraciones,
pero sigo adelante con mis razones.
Cada día dejo mi mejor intento,
algo que diga que viví contento.
No busco honores ni falsas medallas,
solo el abrazo de quien comparte batallas.
Así soy, sin rodeos ni fantasías,
un viajero que encuentra valor en los días.
Si buscas complejidad, no es mi camino,
pero en mi verdad hallas lo auténtico.