No resulta nada facil enseñar los diez primcipios. Pero un niño pequeño, y un ladrón nos pueden instruir sobre el tema. Del niño podemos aprender tres cosas: Está contento sin un morivo especial. No está con ansiedad ni por un sólo instante. Cuando necesita algo lo suele exigir de forma un tanto vigorosa. El ladrón te puede enseñar siete cosas: Procura hacer su trabajo por las noches. En el supuesto caso de que no termine lo que debe hacer en su primera noche, dedica a ello la segunda. Tanto el como los que suelen trabajar con el, suelen agradarse mutuamente. Suele arriesgar su vida, incluso para lograr pequeñas ganancias. Aquello que consigue, suele tener tan poco valor para el, que lo cambia por una moneda. Soporta golpes y privaciones, y estos no suelen significar nada para el. Quiere su oficio y no lo cambiaría por ningún otro.