No me importa gran cosa
flotar sin pertenecer al ahora
y no releer memorias del subsuelo,
ser una planta de interior
persiguiendo
al conejo en su madriguera ,
como la cena recalentada al microondas
conmemorar lo que nunca harás
calzado con las botas de un ciempiés
siendo un ebrio buda
hasta el final de la noche,
he ardido hipnotizado
por enésima vez
hasta la hora de la poda
de la gran hipnosis
con su boca tirándose de cabeza
partiendo en dos el beso
que no quiso reinar
símbolos de una retina
saciada con el corazón
de las especias,
sin ser un fantasma de por vida
ante una habitación heredada
hay que herir las puertas para abrirlas
y salir a
la belleza sin igual
de un día gris con vello,
hay que silenciar la niebla
en su misma lengua
verla apaciguarse demudada
hasta dejarla exhausta de sueño
y arrancamiento.