Por si las dudas, todo estaba en su lugar, tal cual lo dejaste, simplemente parecía que en cualquier momento te presentarias, nos saludariamos. Más sin en cambio; ecos de ti por cada pared, cada cuchara, carpeta y sillon. Me senté junto a ti, bueno , donde solías sentarte, falsa pero verdadera figura pintada en el asiento, mirando distraidamente la pantalla.
Como sino te hubieras ido, ando a escuchar cada palabra que me dijiste la última vez, la vez que era la última.