La nostalgia es un arma de doble filo acechando cuando uno menos lo espera;
Me arrastra poco a poco, siento como toma cada fibra de mi cuerpo; a estas alturas la agonía es un precio ínfimo de las tantas noches en vela.
Puedo recordarte en el primer rayo de sol entrando por mi persiana; se vuelve borrosa la imagen de tus ojos posándose sobre los míos en cada “buenos días”.
¿Cómo mantenerme cuerda si ya me he arrancado el corazón peleando a carne viva el recuerdo de tu amor?