Las fieras se reunían cada noche, entre los afilados colmillos, reflejaban esa sed por revancha que tornaba en insaciabilidad, como sombras invisibles e imperceptibles, a cual paso indetenible.
Las naranjas han caído después del paso de la cruel jauría; las huellas han quedado, todo yace bajo los escombros; las fieras se alzan ganadoras.
Bajo el son del último jueves del año, el aullido de las fieras se difunde en el pasillo; la tierra no sólo alberga los pedazos de lo que fue, sino también las semillas de lo que será.
✨Scarlett-Oru✨